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Entrenamiento cruzado aeróbico

El entrenamiento cruzado consiste a groso modo en trabajar una cualidad, realizando actividades físicas diferentes. Para nosotros los corredores, que tenemos como actividad primaria el correr, supondría realizar otros deportes como bicicleta, natación, esquí de fondo, elíptica, etc. con el objetivo de mejorar nuestra resistencia.

Quizás el punto de partida de este sistema, que propone que realizando otras actividades aeróbicas diferentes a la principal se puede mejorar el rendimiento del deportista, se origine en el auge del triatlón como disciplina allá por los años 80, ya que se pensaba que el buen rendimiento de los triatletas en las tres especialidades que practicaban era consecuencia del alto volumen de trabajo aeróbico que realizaban con el entrenamiento, en combinación de las tres pruebas, natación, bicicleta y carrera a pie.

Si nos basamos en los escasos estudios científicos realizados hasta la fecha sobre la verdadera utilidad y eficacia del entrenamiento cruzado, no podemos llegar a la certera conclusión de que realmente produzca los beneficios que a priori parece que puede aportar en el rendimiento, al menos de un corredor experimentado, ya que todas las evidencias científicas que existen, se basan en estudios realizadas con personas de un nivel físico muy discreto, que dado su bajo punto de partida, mejoraron notablemente su rendimiento en carrera, utilizando solo el correr o un entrenamiento cruzado combinando carrera con bicicleta.

Sí está claro, que, según el principio de la especificidad de las adaptaciones del entrenamiento, el entrenamiento cruzado, no debería ser del todo eficaz en la mejora de un deporte concreto, ya que, según este principio, lo que realmente mejora y produce adaptaciones válidas es realizar el gesto concreto de cada deporte o actividad.

Ahondando en esto, hemos de pensar que por ejemplo, aunque correr y montar en bicicleta, pueden parecer deportes muy similares ya que mejoran la capacidad aeróbica y además utilizan de forma prioritaria las piernas durante la actividad, les separa una gran diferencia, basada en que mientras en el ciclismo son los músculos cuadriceps los que soportan la mayor parte del trabajo, en la carrera son los músculos que realizan la flexión del pie, sobre todo gemelos y soleos los que desarrollan la mayor parte de la actividad. Esto nos llevaría a pensar que, aunque en ambos deportes se produzca un evidente desarrollo de la capacidad aeróbica, el desarrollo muscular se produciría de manera diferente, afectando lógicamente al rendimiento en una u otra actividad.

Por tanto basándonos en la lógica y también en las pruebas científicas existentes, cabe pensar que lo que realmente mejora el rendimiento en una actividad, es realizar de manera sistemática esa actividad, es decir, si queremos mejorar la carrera a pie, hemos de correr a pie, sobre todo para aquellos deportistas con un cierto nivel, ya que si nos referimos a deportista con bajo nivel físico, cualquier actividad deportiva que aumente la capacidad aeróbica, le puede ser útil para mejorar su condición, en una dirección u otra.

Si un corredor de buen nivel quisiera realizar entrenamiento cruzado para potenciar su mejora o simplemente para mantener su condición física por estar lesionado, lo más conveniente sería utilizar una actividad más semejante a correr en cuanto al reclutamiento neuromuscular. Se trataría de asemejar lo más posible el gesto de esta nueva actividad al que realice durante la carrera, para lo cual tendría mucho más sentido utilizar la carrera en el agua o la bicicleta elíptica, que la bicicleta convencional o la natación.

Partiendo de la base de que la carrera a pie es, dentro de las actividades habituales que se realizan, la que implica más riesgo de lesión como consecuencia de los impactos reiterados en el suelo, podríamos resumir que un corredor habitual podría utilizar el entrenamiento cruzado como sustitutivo de la carrera en periodos de lesiones que empeoren con el impacto, o también como complemento de la carrera con el fin de producir una mayor carga aeróbica sin riesgo de lesión. Otro momento adecuado sería la vuelta de un largo periodo de descanso utilizándolo como medio para generar un buen acondicionamiento general.

También es cierto que para una persona que realice actividad física con el único fin de mantenerse en forma, lo mejor será realizar una combinación de ejercicios que le aporten una actividad completa y compensada, por lo que el entrenamiento aeróbico cruzado, puede ser una inteligente opción, ya que mediante la combinación de deportes diferentes como correr, nadar, montar en bicicleta, etc. puede a la vez que mejorar su capacidad aeróbica, trabajar una mayor gama de movimientos y gestos y por tanto movilizar más grupos musculares, realizando un trabajo más equilibrado, que si se centrara en una actividad concreta.

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